A las musas de la creatividad hay que seducirlas, escucharlas y especialmente estar allí para ellas cuando decidan presentarse. Porque quienes las buscan, saben que no siempre están dispuestas a colaborarnos. Son muy volátiles y casi siempre desaparecen cuando más las necesitamos. Se van enredando en nuestros pensamientos repetitivos y cotidianos.
Estos pensamientos son sus principales rivales, destruyen y atacan sin piedad la belleza y sutileza de sus encantos. Para evitar esto, debemos ser extremamente delicados, tratarlas con amor y escuchar en silencio lo que intentan comunicarnos.
Pero... ¿quienes son las musas y dónde podemos encontrarlas?, las musas son impulsos creativos, que nos inspiran a intentar cosas nuevas. Son quienes nos muestran diferentes y novedosos puntos de vista, a partir de los cuales podemos experimentar y hacer esto que llamamos arte. Normalmente se presentan en forma de ideas, pensamientos y acciones que llegan a nosotros inesperadamente, como por arte de magia. Cuando esto ocurre, debemos parar todo, ponernos manos a la obra y escucharlas atentamente lo que susurran sus labios.
El problema de esta sutil magia es que desaparece tan fácilmente, que el mas mínimo movimiento erróneo puede espantar a las musas para siempre. Dejándonos solos en este mundo absurdo sin una pizca de inspiración.
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